La vida de don Juan Carlos no ha sido nunca fácil. Nacido en Roma en el exilio, con un padre severo y una familia en plena descomposición que no tenía forma de mantener el nivel de vida que había llevado hasta la marcha de su abuelo Alfonso XIII. Con sólo 10 años se le envía a estudiar a Madrid y durante 27 años tiene que jugar un complicado juego sirviendo a España y a la causa monárquica sin traicionar a su padre. Recibe una educación militar espartana, a la sombra del dictador, de sus silencios y prebendas. Su juventud tiene lugar en una sociedad española que, salvo cuatro nostálgicos, le ponía una vela al monarquismo pero otras tres a Franco, que era quien había restituido tanto sus capitales como su forma de vida.
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